Contenidos
Yoga y dolor de espalda
Investigación sobre el yoga y el dolor de espalda
El yoga es una forma de ejercicio muy popular y segura. Mucha gente piensa que el yoga es sólo una buena forma de aliviar el estrés y la tensión, pero también puede ayudar a reducir el dolor de espalda y a mantener una columna vertebral sana. Las posturas de yoga, llamadas asanas, son importantes porque ayudan a estirar y fortalecer importantes músculos de la espalda.
Aunque el yoga no se limita a las posturas -el control de la respiración y la meditación son tan esenciales como las posturas-, este artículo destaca los beneficios de hacer posturas de yoga, incluido el modo en que pueden prevenir el dolor de espalda.
El objetivo de las posturas de yoga no consiste en doblar y forzar el cuerpo en ciertas posiciones, ya que eso podría causar más dolor de espalda. En su lugar, las posturas de yoga le enseñan la alineación adecuada, como mantener una buena postura. También puede volverse más flexible y ser más capaz de mantener el equilibrio.
Cuando hagas las posturas de yoga -puedes hacerlas de pie, sentado o tumbado- debes sentirte cómodo en ellas. Pero antes de llegar a las posturas más avanzadas, tienes que practicar las versiones más fáciles de las posturas.
Yoga para el dolor de espalda – principiantes
El yoga es una forma de ejercicio muy popular y segura. Mucha gente piensa que el yoga es sólo una buena forma de aliviar el estrés y la tensión, pero también puede ayudarle a reducir el dolor de espalda y a mantener una columna vertebral sana. Las posturas de yoga, llamadas asanas, son importantes porque ayudan a estirar y fortalecer importantes músculos de la espalda.
Aunque el yoga no se limita a las posturas -el control de la respiración y la meditación son tan esenciales como las posturas-, este artículo destaca los beneficios de hacer posturas de yoga, incluido el modo en que pueden prevenir el dolor de espalda.
El objetivo de las posturas de yoga no consiste en doblar y forzar el cuerpo en ciertas posiciones, ya que eso podría causar más dolor de espalda. En su lugar, las posturas de yoga le enseñan la alineación adecuada, como mantener una buena postura. También puede volverse más flexible y ser más capaz de mantener el equilibrio.
Cuando hagas las posturas de yoga -puedes hacerlas de pie, sentado o tumbado- debes sentirte cómodo en ellas. Pero antes de llegar a las posturas más avanzadas, tienes que practicar las versiones más fáciles de las posturas.
Yoga para el dolor de espalda superior
El yoga es una práctica suave que resulta ideal para mantener la fuerza y la flexibilidad de la espalda. También es una de las herramientas más eficaces para ayudar a reducir el dolor lumbar, la fuente más común de dolor y discapacidad entre los adultos mayores.
El yoga consiste en una serie de posturas y hace hincapié en las técnicas de respiración. Las posturas enseñan a estirar y fortalecer los músculos, lo que ayuda a reducir la tensión muscular, aumentar la flexibilidad y la fuerza, y mejorar el equilibrio y la fortaleza de los huesos.
En el caso del dolor lumbar, el yoga puede ser especialmente útil para los músculos que sostienen la espalda y la columna vertebral, como los músculos paraespinales que ayudan a doblar la columna, los músculos multífidos que estabilizan las vértebras y el transverso abdominal, que también ayuda a estabilizar la columna.
Los beneficios del yoga van más allá de los músculos. Los movimientos lentos y la concentración continua en la respiración adecuada pueden mejorar el aspecto emocional del dolor de espalda al ayudar a reducir el estrés y aliviar la ansiedad y la depresión.
Yoga para el dolor lumbar
Hay muchos tipos diferentes de yoga, y es importante elegir una forma que sea apropiada para el nivel de condición física, los objetivos y la condición médica de cada persona. A continuación se explican brevemente algunas de las formas más populares y disponibles.
Este tipo de yoga se centra en la alineación adecuada y los movimientos precisos. En el yoga Iyengar se utilizan a menudo accesorios como bloques o correas para quienes no son tan flexibles o para compensar lesiones. Debido a esta atención a los detalles y a la modificación de las posturas, el yoga Iyengar es a menudo una buena forma de yoga para las personas con dolor de espalda o de cuello, ya que es probable que se beneficien de la modificación de las posturas.
Esta forma se denomina comúnmente “yoga de la fuerza” porque se centra en movimientos potentes y fluidos, como las flexiones y las estocadas, que requieren fuerza y resistencia. El Ashtanga yoga puede ser apropiado para quienes se han rehabilitado con éxito de una lesión de espalda y buscan una práctica más extenuante, y para personas que ya son atléticas, como corredores y ciclistas, que quieren añadir flexibilidad, equilibrio y concentración a sus rutinas de ejercicio.